A primera hora de la mañana, e incluso antes de que salga el sol es posible encontrar caballitos del diablo pasando la noche en las inmediaciones de ríos y pantanos. Es la hora mágica para fotografiar a esta pequeña especie de libélula ya que están fríos e inmóviles, a la espera de que los primeros rayos de sol les den el calor para comenzar a volar. Por supuesto en estas circunstancias son mucho mas difíciles de encontrar que a plena luz del día pero la recompensa al poder fotografiarlos a placer, merece la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario